Esto dice Demócrito:
todo en el universo es fruto del azar.
Y tiende un puente a las antípodas
donde un niño juega en la playa
ajeno a la existencia de los átomos,
al vacío del hombre, al azar que multiplica
la sombra.
Absorto en la canción del agua que reverbera
en la bahía, sus iris dibujan un haz
lumínico: la endógena belleza,
el mundo imponderable.
La palabra 'fracaso' no existe.
No existe todavía.
© Ana Isabel Trigo Cáceres / abril 2016
Mejor Poema en la 95º Edición de Palabras Prestadas
No hay comentarios:
Publicar un comentario