Derechos del Niño y la Niña

Crecer sin prisa,

crecer feliz

Este 20 de noviembre se cumplen 27 años desde la aprobación de la Convención de los Derechos de los Niños y las Niñas en la ONU. Dicha convención recoge los derechos de todas las personas menores de dieciocho años y obliga a todos los estados a que se cumplan, con el fin de que los menores tengan una vida sana y feliz, respetando sus derechos sin distinción de sexo, raza, color, lengua o religión.

 

"Los chicos y las chicas tenemos derecho a la educación primaria obligatoria y gratuita, y debemos tener facilidades para poder tener educación secundaria o ir a la universidad. Los gobiernos de los países deben colaborar para que esto sea una realidad en todo el mundo."

Art. 28, Derecho a la Educación

La edad de la inocencia

Niños durmiendo, Adolfo Guiard. Lápiz sobre papel

Cuando mira uno los ojos de un niño, lo primero que llama la atención es su inocencia: su deliciosa incapacidad para mentir, para refugiarse tras una máscara o para aparentar ser lo que no es. En este sentido, el niño es exactamente igual que el resto de la naturaleza. Un perro es un perro; una rosa, una rosa; una estrella, una estrella. Todas las cosas son, simple y llanamente, lo que son. Sólo el ser humano adulto es capaz de ser una cosa y fingir ser otra diferente. Cuando una persona mayor castiga a un niño por decir la verdad, por revelar lo que piensa y siente, el niño aprende a disimular y comienza a perder su inocencia.


Anthony de Mello 

El niño y el azar

Esto dice Demócrito:
todo en el universo es fruto del azar. 
 
Y tiende un puente a las antípodas
donde un niño juega en la playa
ajeno a la existencia de los átomos,
al vacío del hombre, al azar que multiplica
                                                                       la sombra.
Absorto en la canción del agua que reverbera
en la bahía, sus iris dibujan un haz
lumínico: la endógena belleza,
el mundo imponderable.
 
La palabra 'fracaso' no existe.
No existe todavía.


© Ana Isabel Trigo Cáceres / abril 2016
Mejor Poema en la 95º Edición de Palabras Prestadas

Be

A mi hijo, que cumple cuatro años.

Para que siempre siga el camino de baldosas amarillas.

No son blandas baldosas

no es el barro ni el bosque

pero vienes como árbol

y brotas como bulbo

ya brotas en la vulva

beso tu levedad

es un verso tan vívido

la bárbara ballena

los glóbulos albinos

ya alborea tu baba

ya alborea la vida

ya llueve en abril

y te beso al alba

y te beso mi be

y te beso mi

be llo be

be

Ana Isabel Trigo Cáceres / 2015

Dita y Dito

Esta semana Samuel ha faltado al colegio y no ha podido coger el libro que le corresponde de la Biblioteca de Aula.

 

¡Pero no pasa nada! En casa le hemos leído este cuento tan estupendo, que forma parte de una colección dirigida a prelectores (Dita y Dito van al colegio, van al médico, van a la librería, pasan el día con sus abuelos... así hasta siete, que corresponden a los siete días de la semana).

 

Con estos dos simpáticos personajes, los niños viven como propias las primeras experiencias de estos dos hermanos gemelos. Cada actividad está asociada a un día de la semana (por ejemplo, el martes van al médico). Así el niño, además de aprender los nombres de los días, se iniciará en referencias temporales.

 

Dita y Dito van al médico

Texto e ilustraciones: Mónica Gutiérrez Serna

Ediciones SM. 2006

El pequeño Dalí



Ilustración: Joan Subirana "Subi"

Hoy vengo con este libro delicioso que los Reyes Magos trajeron a Samuel:





Érase una vez un niño cuyo nombre era Salvador

Dalí, pero al que todos llamaban Salvi.

Una tarde, mientras jugaba en la playa,

vio que algo brillaba dentro del agua.

Era una pequeña llave, un objeto mágico

que nos abrirá el cajón donde el pequeño

Dalí atesora sus sueños.

[...] Entusiasmado por el misterio que podía esconder aquella llave, se subió a su elefante zancudo y dejó que su imaginación le indicara el camino. […]

El pequeño Dalí ...y el camino hacia los sueños

Texto: Anna Obiols

Ilustraciones: Joan Subirana "Subi"

Editorial Lumen - Círculo de Lectores. 2003

Playmobil special plus

Adoro los muñecos de playmobil

esa antigua elegancia
de los flamencos en las marismas
la blanca vanidad de los pelícanos
articulados hábiles y diestros
invitan a su hábitat
de cartón piedra
cuidadores del zoo
vigilantes nocturnos
invitan a un festín
inventan una vida
se admiran en el agua
qué plumaje exquisito
qué articulada forma
qué vanidad artrítica
tan hábiles
y embusteros

© Ana Isabel Trigo Cáceres / octubre 2014

Caillou

Amistad, respeto, aprendizaje, crecimiento... Estos son algunos de los ingredientes que podemos encontrar en el divertido mundo de Caillou. Cuando se tienen tres o cuatros años, la vida está llena de pequeños retos y, en ocasiones, ¡de grandes desafíos!
 

La quinta temporada de Caillou pone el énfasis en un modelo de vida saludable y sostenible. A lo largo de sus episodios se abordan temas como la conveniencia de adoptar una nutrición sana, hacer ejercicio físico o cuidar el medio ambiente. En cada uno de los capítulos, Caillou se enfrenta a los problemas típicos de un niño de su edad y aprende a resolver los retos que le plantea la vida a través de la elección de opciones respetuosas con el mundo que le rodea.

 

Gracias a sus aventuras cotidianas, Caillou inspira a los niños a crecer emocionalmente y superar los obstáculos que encuentran en su camino.

Cumpleaños y Don Quijote

Hoy Samuel cumple tres años y he decidido leerle cada día un poco del Quijote. Para tal propósito cuento con estos aliados de mi biblioteca personal, dos libros adaptados para los más pequeños:

Don Quijote de la Mancha

SEDMAY ediciones. 1979



Las aventuras de Don Quijote

Mis primeros clásicos

Diario El País / Santillana Ediciones. 2007

Matinal

Hoy me he sentado a escuchar tu risa.
Pongo atención, compruebo tus avances semánticos
mientras Dora la Exploradora inicia otra aventura.


Se desploman las piezas de Lego en un descuido
y acometes la empresa de construir
un buque como te enseñó el abuelo.


(Todo me llega nítido.
Sólo debo cerrar los ojos para ser tú:
percibir el entorno con la emoción primera.)


Dices que se ha perdido el Bebé Oso.
Lo buscas con afán por los rincones de casa.
¡Aparece al fin!, das un grito, corres a mi encuentro:


                                                      ¡Mamá, mi oso! ¡Mamá, mi oso!


Aplaudo tus proezas y te pido otro beso.
Enseguida te marchas entre saltos de júbilo...
Pero siempre se queda junto a mí
 
                                                        tu risa.


Ana Isabel Trigo Cáceres / enero 2014

Haiku

Duerme conmigo
el jazmín de tu frente:
almas siamesas.


Ana Isabel Trigo / agosto 2013